MIRADA


De pronto me asalta a la vista esa imagen ya olvidada, atemporal y polvosa en ese mismo espejo que me refleja junto con esa habitación y puedo estar seguro de que me ha visto muchas veces, con ese rostro mío pero en diferente forma y en distintos sueños. La mirada distinta y apagada, y que el día de hoy verá por última vez mí cara, para ser mañana la de alguien que no conocemos.
Ahora conozco el ridículo aspecto de todos los fantasmas.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Se levanta frente a mí...

No lo considero necesario

De regreso a casa